Artículo publicado originalmente en Muzike
Nacida en diciembre de 1983 en Marsella, Keny Arkana tiene padre argentino, de Salta, y madre marsellesa. Y si a los nueve años ya se había fugado de casa, fue en uno de los internados en que estuvo donde empezó a los 13 años a impresionar a los suyos. "Sus leyes son inmorales, mi delincuencia tiene principios".
Podría decirse que comenzó en ese año 1996 su carrera musical, al formar el colectivo "Mars Patrie", que luego se convertiría en "Etat-Major" y le daría sus primeros directos moviéndose entre la escena marsellesa, concretándose en el año 2003 en el EP de título "Volume 1" bajo "Etat-Major".
Orgullosa de la calle, así dice en "La mère des enfants perdus":
"En mis arterias fluye la jungla / Sálvese el que pueda y sobre todo el que gime / Soy la calle / La madre de los niños perdidos" En solitario continúa en 2004, pero esto no implica que pretenda protagonismo; Keny Arkana se definirá en sus canciones como "una anónima en la masa",
Se niega a hablar de sí misma. Lo importante es el mensaje, lo importante es lo que quiere transmitir.
Ni joyitas "Bling Bling", ni cochazos ni mercadeo de cuerp(az)os, ni demás gilipolleces que tan a menudo pueblan esta devaluada escena; 100% Anti-Bling-Bling, ella misma se define así: "yo no soy rapera, soy una contestataria que hace rap". Y es que la dimensión ideológica es esencial en Keny Arkana: arrojada con fuerza, con desgarro, desafiante. Como a muchos artistas antes que ella, la fuerte consciencia y dimensión políticas no hacen otra cosa que fortalecer su arte, que desborda emoción y es capaz así de atrapar al oyente con una fuerza de la que en otro caso carecería (y pensamos en este momento en los míticos Refused, la influyente banda sueca que cantaba con tanta fuerza aquel "mejor muerto que vivo bajo tu opresión / mejor muerto que vivo bajo tus valores sociales") Funda en 2004 el espacio cooperativo "La Rage du Peuple" (La Rabia del Pueblo), que pretende una "cólera positiva, federalista, portadora de esperanza y de cambio".
Su manifiesto es proclamado en 2006 en Nanterre durante la FALP (Foro Mundial de las Autoridades Locales de Periferia), donde se plantea el debate si un enfoque que parta de la periferia es pertinente para entender y actuar sobre la relación mundialización/metropolización".
Dice así:
"Somos una rabia que se desarrolla en los callejones del mundo.
Somos jóvenes, en corazón y espíritu, habitados por un deseo de transformar nuestra condición. Somos ciudadanos que exasperados vemos nuestros derechos y libertades amenazados por una globalización que nos encarcela en una prisión a cielo abierto.
Hemos decidido unirnos para poder luchar humildemente.
Somos un movimiento que se difunde de boca a oído, como un rumor circulando en nuestras vidas. Somos una unidad indivisible a través de los siglos.
Somos unas gentes libres, en pie, con el puño alzado.
Queremos desarrollar la consciencia y la información crítica y libre.
Somos gente común que ya no cree en los políticos, pero que quiere restaurar un sentido a la palabra 'política'.
A veces nos sentimos aislados, dejados atrás y puestos al márgen de la sociedad, excluídos y no escuchados; nosotros no encajamos en el molde.
Y sin embargo, somos una red de ciudadanos del mundo, intercambiamos nuestras ideas, nuestras experiencias y nuestras alternativas, fuera de los partidos políticos o la influencia de los grupos de presión.
Provenimos de horizontes diferentes, de culturas y mestizajes distintos. Venimos de callejones oscuros, de grandes edificios, donde el horizonte está hecho de hormigón, sin espacios verdes. Somos mediterráneos. Resistencia en las montañas de los Alpes. Venimos de Bretaña.
Viajamos al Tíbet y a las montañas del Himalaya, fuente del Ganges.
Venimos de la América del Sur, de la Argentina, país de piqueteros. Venimos de las altas mesetas etíopes, del África y de las Islas del Caribe.
Somos de la Tierra, a la que damos la bienvenida.
Somos los hijos de la Tierra que sufre, y sufrimos con ella; que grita, y nosotros gritamos con ella; que se rebela, y nosotros nos rebelamos con ella.
Así pues, dijimos, ¡Basta!.
Estamos luchando contra la dictadura del capitalismo, el liberalismo, y el juego de los poderosos. Luchamos contra todas las formas de opresión del hombre y su entorno.
Denunciamos la manipulación y las conspiraciones. No queremos seguir siendo espectadores de un mundo que no nos satisface.
Estamos luchando contra todas las formas de polución que nos están envenenando.
Estamos contra el poder, innecesario y destructivo, que ejercen algunos para el infortunio de todos. Estamos contra la exclusión, la represión, y la discriminación. Estamos contra la dictadura, y contra la democracia de las élites.
Estamos por la concienciación y el despertar de nuestros hermanos y hermanas. Estamos por la auto-defensa, y por el colapso final del gobierno.
Queremos vivir libres.
En pie por la supervivencia de la especie humana, y de las especies vivas. Estamos por la paz y por la autogestión en nuestro entorno. Hemos de tomar nuestros derechos, y estamos por el poder de actuación de la democracia: el poder es del pueblo y no se le puede confiscar.
Estamos por el cambio en la organización del mundo. Hemos de descubrir la riqueza de cada uno, y beneficiarnos de nuestras distintas cualidades.
Cada uno de nosotros es una estrella que brilla y tiende a maravillar al mundo.
Somos actores de la transformación social, actuamos local y pensamos global, y queremos aprender humildemente todo aquello que podamos transmitir a las gentes del mundo : sus luchas, sus tradiciones ancestrales, sus vidas. Pertenecemos a un linaje que se remonta a la noche de los tiempos, y no podemos olvidar.
Nuestras mentes se encuentran abiertas al mundo, enriquecidas por todos, conscientes de las luchas históricas. Consagramos la plaza pública mediante conciertos, medios de comunicación libres, espacios abiertos, manifestaciones, bloqueos de lugares simbólicos... caminamos hacia mujeres y hombres mejores, despiert@s, emancipad@s, fortalecid@s mediante relaciones humanas basadas en compartir, en la confianza, la cooperación, el intercambio, el gozo.
Nuestra inspiración viene de nuestros niños y es nuestra fuerza y confianza. Nuestra inspiración viene del revolucionario, zapatista, sankarista, guevarista,... Avanzamos hacia una mayor justicia.
Caminamos para hacer que las utopías se manifiesten en nuestra forma de vida.
Estamos en un camino, y avanzamos libremente. Nos movemos hacia la autonomía de cada individuo, para compartir mejor colectivamente. Vamos hacia una gozosa disminución en el consumo. Somos la rabia del pueblo, una rabia positiva y unificadora que porta cambio y esperanza. "