En ocasiones, es necesario perder
aquello que habíamos amado,
para comprender que en la pérdida,
está la enseñanza escrita
que no fuimos capaces de gozar en el
pasado.
En ocasiones, es preciso descender a
los infiernos,
para observar que en ellos, todo sigue
como antaño
y recordar que el gozo es sublime en el
cielo eterno.
En ocasiones, es necesario que muera el
ser en su cruz
para recoger con el alma cada clavo
y retornar resucitado en el brillo de
la luz.
En ocasiones, es todo mucho más
sencillo, sólo es preciso un abrazo!
para acompañar en paz, a todos esos
humildes guerreros ( y guerreras!)
que por creer, el camino de la luz
haber perdido,
creen también erróneamente, haber
perdido su corazón, su amor y su brillo.