derrocha salitre en surcos,
derrocha la pena en estrías.
Tengo una lágrima blanca rodando en mis mejillas
me corta en dos el rostro
desfiguran la piel las arrugas frías.
Tengo una lágrima blanca llorando en mis mejillas
un corazón de cristal roto
y de llorar, la cara en la pena hendida.
Tengo una lágrima blanca rodando en mis mejillas
un zanja muy profunda,
que recorre el pecho sangrando herida.
Tengo una lágrima blanca llorando en mis mejillas
una reguera de sangre
que desborda la ribera de mis venas en su cauce
Tengo una lágrima blanca rodando en mis mejillas
un rastro dónde seguir la pena, una secrección de rabia
que raja y deja en mi, un último latido de cornisa
Tengo una lágrima blanca rodando en mis mejillas,
durmiendo, llorando, muriendo...
una huella rodada en un rostro que no sana con caricias
mou de lugh