Existe "algo" en el mundo que consigue que el efecto mariposa se manifiest a veces en las cosas más pequeñas.
Es ese "algo" el que en ocasiones consigue que nos sintamos proximos, que nos sintamos conectados.
Son las inquietudes las que consiguen mantenernos en movimiento, mantenernos inquietos, mantenernos vivos.
Inquietudes las hay de todas las clases y colores, desde las físicas y tangibles ( tener una casa ) hasta las más intangibles y abstractas ( el sentido de la vida), pasando por acciones que siendo las mismas, pueden generar distintas inquietudes segun quien realice la acción, se me ocurre ahora pensar en el surf (que raro no?) ya que hay quien lo vive unicamente como un deporte, un ejercicio físico, una actividad más, y hay quien además percibe que hay algo más en la conexion que se realiza con el oceano. Así son las inquietudes.
Lo maravilloso de ellas, además de darte un empujoncito en la espalda cuando lo necesitas, es que también sirven para conectarnos, y las de unos con los otros, forman espirales generando más y nuevas inquietudes, nuevos conceptos, nuevos puntos de vista.
Ayer, mientras leía los blogs habituales, hubo uno que consiguió arrancarme un poema de lo más profundo de las entrañas ( llevaba unos días sin que mi poetica fluyera), y cuando fluye es un lujo dejarse llevar.
El blog, que recomiendo de lectura obligada, se llama " Que no paren este tren" o "Change for mind" y podeis leerlo pinchando aquí . El poema que nació de su agradable lectura es el siguiente:
Que no paren el tren (Isabel inspired)
Saltemos sin red,
saltemos!, saltemos pues, al sin vacío:
Que en la espera, el andén se vuelve frío.
Carbón al pasajero y al maquinista bravío
Carbón al pasajero y al maquinista bravío
de vagon en vagon,
en la estación, el reloj se vuelve reactivo.
Sin maleta, ni mochila, ni atavío,
saltemos!!
que no hay etapa sin destino.
Saltemos! , saltemos pues, al sin vacío;
que no será mejor el tren que venga
que aquel que ya se ha ido.
mou