Los poetas tiene que escuchar el ritmo del mar. Este ritmo está presente en todos los escritos del Viejo Testamento; cuando los oyes, algo más surge tras los sonidos.Por lo tanto vuelves a escuchar y de nuevo nace otra interpretacion, un poco diferente de la anterior.
Así son las olas.
Ves que una de ellas se acerca con toda su fuerza y rompe en la orilla, coronada de una espuma densa. Entonces un pequeño remolino retrocede al océano, con un ruido menor,una especie de murmullo secundario; viene una segunda ola que se encuentra con ese remolino.
En ese momento se produce una pausa.
Luego una nueva ola llegará y el flujo y reflujo continuará para siempre.
Es la musica que debemos aprender: las cosas siempre van y vienen.
19 de mayo de 1922
Khalil Gibran
"Cartas de amor del profeta"
Adaptacion Paulo Coelho