A LA SOMBRA DE LAS PALMERAS....

El Buen Oasis existe sólo ahora

Mañana las dunas serán otras, igual que otras serán las olas que ya no cogeremos.

El buen oasis es un estado para desconectar del tiempo y del espacio.

El buen oasis es ese estado en el que tienes ganas de reír , saltar , gritar, llorar...
ese estado en el que de repente eres consciente,

Eres AMOR , eres sólo energía
y
fluyes elegante!




Reloj-es

Me he precipitado al vacío del tiempo.




Intenté agarrarme a la aguja de las horas pero no lo conseguí por que las horas, no existen en si mismas y sin minutos, no son nada.
Intenté después agarrarme a los minutos, pero no lo conseguí porque los minutos, no existen sin los "segundos", y yo, como muchos, quería ser "primero".
Sin remedio, procuré adaptarme al tiempo de los hombres y descubrí con asombro que el tiempo que domina el mundo es el del mercado.
Acepté el compás marcado y decidí ponerme a su ritmo para ser igual que ellos:
Los hombres corren más y más, demasiado; pero siempre llegan tarde. Se mueven tensos, apresurados, con ansia por llegar a su destino, mirando siempre a la meta, y no al camino.
Entendí que no tenía tanta prisa.
En el fugaz mundo del Tiempo, no hay momentos para mirar hacia los lados, solo puedes mirar hacia delante; y delante, sorprendentemente, siempre habrá alguien a quien seguir,
aún sin saber a donde va.
Aprendí que este no era mi ritmo.


Después quise igualarme a aquellos que por tener todo el tiempo del mundo, se pasan el día sentados viendo la vida pasar. " Ya lo haré mañana"- se repiten mientras su cuerpo permanece inerte.
Quisé igualarme a quienes de tanto pensar, analizar y especular sobre los pasos a dar en el futuro, se pasan la vida dudando sin llegar nunca a decidirse, o en su defecto, cuando por fin asumen un camino, se pasan el tiempo arrepintiendose por no haber elegido cualquier otra de las opciones que tenían.
Así aprendí que mientras mi mente había recorrido miles y miles de senderos, con cientos de consecuencias, mis pies habían permanecido inmoviles.
Tras tomar consciencia de que me había vuelto rígido y estático, aprendí que este tampoco no era mi ritmo.


Ahora, he decidido aferrarme al tiempo a través del compás de los segundos. Abrazo la aguja segundera mientras la vida gira ingravita: 60 segundos. 60 latidos. Norma sencilla.

Mi cuerpo se tensa y se relaja, una y otra vez, y mi piel roza manecilla y superficie cuando cruzo las doce al mediodía.
Soy un ser rodeado de relojes, perdido entre las agujas del tiempo: dividen, separan y remarcan el compás externo;asincopado, vivo acorde al bioritmo interior de mi cuerpo:



"He decidido no correr, mas tampoco quedarme parado
Porque soy yo quien escucha el compás de mis latidos
y quien marca la velocidad de mis pies en cada paso.

Correré si es necesario pero pararé si tengo que ayudar al de mi lado,
mas prestada la ayuda;
debo de seguir caminando.
He decidido hacerme reloj- pelota,
que la vida no es lineal, sino redonda

y seguiá existiendo el Tiempo

cuando los relojes de sol mueran en la sombra.

He aprendido a ser ahora;
que seguirá girando el sol alrededor de las estrellas
y rotando el viento bailando con madre Tierra.
Seguirán unas tras otras estaciones y mareas,
rompiendo seguirán las olas,
y aún sin hombres, brillará la luna llena."







"Los relojes de los hombres son precisos, puntuales y automáticos;
pero no marcan el mañana."



mou