Si te hablo de Mexico Distrito Federal y nunca has estado, bien pronto las estadísticas de los medios de comunicación masivos te informaran de la delincuencia , porque asi se venden mas periodicos y de los asesinatos que consiguen engancharnos al telediario para sentirnos seguros dentro de nuestro hogar europeo.
Como en cualquier otra ciudad del mundo la delicuencia , haberla hayla, y más en un megaciudad de donde las distancias economicas entre sus habitantes son kilometricas*, pero eso no quiere decir que te vaya a tocar a ti simplemente por el hecho de visitarla. Puede que si, o puede que no, ese es el riesgo.
Pero en los medios, por desgracia, porque vende y porque así compramos, solo salen los malos.
No tienes más que consultar la pagina de sucesos para que el irracional miedo se meta entre tus venas y te limite en tu viaje.
Quizás si te embarcas en un "voisuperseguroenmipaqueteturistico" Veas los principales monumentos de cada region y tambien sus areas mas turísticas pero dentro de un autobus fletado para la ocasion no podrás bucear entre el calor sus gentes, ni sentir que aun con un lenguaje distinto y costumbres que podrán sorprenderte ( o no) el ser humano es el mismo en Europa que en América Látina, Con las mismas necesidades básicas, con la misma necesidad de afecto, con miedos , sueños e inquietudes y ante todo con las mismas ganas de luchar la vida, independientemente a las circunstancias que le hayan tocado vivir.
He tenido la suerte de vivir durante un fin de semana el DF de los buenos, el de la gente normal que trabaja, come , duerme y disfruta saliendo de fiesta(como tu); he vivido el DF con unos grandes anfitriones que aun sin conocerte ( los amigos de mis amigos son mis amigos) te abren las puertas de sus casas y te tratan como uno más.
He vivido el DF de la gente de a pie, el de quien patina por sus calles desde el Zócalo hasta el castillo de Chapultepec recorriendo Reforma como si llevara años conociendolas, el vivido el DF policial donde a un pobre flautista de metro que lo unico que hacia era tocar para sacarse unas monedas ( y no tocaba mal) le requisaron su flauta y su mochila tratandole como si escoria fuera y he vivido tambien el DF de Juanito, un niño pequeño que nos pidio la patineta y no cabia en su emocion cuando Ruffo y yo le enseñamos a ir de pie.
Como siempre y antes de quedarme con todos los rascacielos relucientes de asfalto y cristal me quedo con las personas.
No hay más que ponerse las gafas de ver y una vez que las luces de la ciudad dejen de deslumbrar a las sombras, si observas con lúcidez, podrás percibir que entre las tinieblas, brillan los corazones olvidados...
Seguiremos informando....
mou