I love choppy!!

Me gusta el surf...

Siempre que puedo me escapo a la playa. No se trata de un duro entrenamiento sino de una dulce afición. Se trata de ver el mar, de aprender de él,  de aceptar sus continuos cambios , de entender que cada ola y cada viento son distintos. No es necesario que otros comprendan el placer de pasarse horas y horas observandolo( aunque sé que es placer compartido por muchos).
Cada día es distinto.
Siempre que puedo agarro una tabla y me doy un baño. No se trata de que las olas sean grandes, limpias, glassys y cremalleras. Se trata de que si hay espuma, hay olas, y por lo tanto baño. En consecuencia, si no hay espuma , no hay olas, pero eso no implica que no haya baño... ;)

Intento surfear en todo tipo de condiciones . La verdad es que cuando vives en una zona caracterizada por sus largas temporadas de viento de mar ( on-shore) no queda otra que adaptarse, sobre todo cuando las labores que me adineran para el sustento, no me dejan tanta libertad de horarios como para aprovechar buenos puntos de mareas.

Me encanta entrar al mar esos días en los que se ve que todo está revuelto, esos días en los que no hay manera de que dos olas rompan en el mismo sitio.
Se trata de un reto.
Tienes que estar muy atento a las olas, contraolas, baches y tanto antes de intentar remar alguna como a lo largo de su bacheado recorrido , tu concentración y la lectura que hagas de la ola, determinará enormemente si caes o sobrevives hasta la orilla.

Y no preciso más que una de estas olas traicioneras, una pequeña espuma que se transforma en su recorrido en una ondulación larga y juguetona, que no servirá para hacer maniobras ni crossteping ni noseriding, pero que genera tal satisfación en mi rostro como si toda esa espuma que acabo de correr estuviera plena dentro de mi boca...