Érase una vez un rey llamado Euro.
Era el rey de EuroTroya, un viejo contienente perdido en occidente.
Grande y poderoroso , sus enormes murallas de alambre bordeaban la línea de costa por el Sur ,controlando que nadie del continente vecino, llamado África, pudiera acceder a las tierras del Norte sin su consentimiento.
Euro tenía dos hijos: París y Berlín. París era famoso por su belleza y Berlín se distinguía por su valor.
Un día, el príncipe Paris fue a la ciudad de Atenas, capital del Reino Griego y conoció allí a la mujer más bella de toda Grecia. Se llamaba Economía y era la esposa del pueblo griego. París quedó encantado por la fortuna de Atenas y decidió llevársela consigo a EuroTroya.
Cuando el pueblo griego se enteró de que habían raptado a su esposa, lleno de furia convocó a todos los habitantes de Grecia a declarar la guerra. Reunieron más de mil naves y muchísimos soldados y zarparon hacia EuroTroya, desembarcaron frente a sus murallas y rodearon la ciudad.
Durante el día atacaban e intentaban entrar por todos sus medios en EuroTroya. Por la noche descansaban para recuperar fuerzas.
El griego más valiente era Papandreu. El más valiente de los Eurotroyanos era Berlín , hermano de Pariís La lucha era tan pareja que iban ya diez años de guerra y no había un ganador.
Los soldados griegos, cansados de luchar, dejaron de trabajar y empezaron a pensar en volver a sus hogares.
Dracma, uno de los reyes griegos, no quería retirarse sin ganar y tuvo una idea.
Siguiendo sus indicaciones, los griegos construyeron un enorme sistema económico ficticio que tenía una escotilla escondida en el flanco derecho y en el izquierdo tenía grabada la frase: «Con la agradecida esperanza de un retorno seguro a sus casas después de una ausencia de nueve años, los griegos dedican esta ofrenda a EURO», y dentro de él escondieron a muchos de gobernantes.
Todos los demás se subieron a sus barcos y simularon que volvían a Grecia, pero realidad, sólo fueron hasta una isla cercana.
Al ver esto, los Eurotroyanos grandes creyentes en si mismos, cayeron en el engaño.
Aceptaron el sistema económico griego para ofrendarlo a los dioses, y comerciantes de otras partes del planeta, ignorando que era un ardid de Grecia, la capitana de los griegos para traspasar sus murallas y entrar en Eurotroya.
Salieron de la ciudad a festejar y fueron hasta la playa.
Todos se preguntaban qué significaba ese enorme sistema de cuentas.
Auditor, un espía griego, convenció a los eurotroyanos para que metieran el sistema de cuentas en Eurotroya, explicándoles que era un regalo de Dracma a Euro.
Por la noche los eurotroyanos decidieron añadir el sistema griego a su reino. Para ello, por su tamaño. tuvieron que romper parte de la muralla.
Lo pusieron en la plaza central.
Hicieron una gran fiesta. Tomaron mucho vino, comieron y bailaron, sin imaginar lo que iba a suceder.
De pronto, cuando la fiesta estaba por llegar a su fin, Auditor dejó salir a los gobernantes griegos armados , y abrieron el resto de las puertas al ejército que había vuelto con sus barcos e ingresaban también por la muralla rota.
Los eurotroyanos no pudieron defenderse y los griegos mataron a los guardianes, capturando e incendiando la Eurotroya, que finalmente fue destruida...
mou de lugo
La leyenda de Eurotroya